Octavio Paz: poeta, diplomático, icono
El otro día decidí limpiar el garaje. Mientras trasladaba cajas de un lado a otro, me topé con algunos libros viejos que leí en la escuela. Desde libros de filosofía y cine hasta astronomía e inglés, fue como volver a visitar una cápsula del tiempo de mi pasado académico.
Mientras recorría con los dedos el lomo de cada libro, encontré un libro que me llamó la atención: “Poesía mexicana: Antología de Octavio Paz”. Ver ese libro me trajo recuerdos de sus poemas y ensayos, en los que intentaba desentrañar las profundidades de la cultura y la identidad mexicanas a través de sus palabras.
Octavio Paz fue más que un poeta; fue un ícono cultural, un diplomático y una voz en defensa de la justicia. Representó a México en el escenario mundial y utilizó su plataforma para defender la democracia y los derechos humanos. Su renuncia en protesta por la masacre de Tlatelolco (masacre militar cometida contra estudiantes) en 1968 es un testimonio de su compromiso con la justicia. Sus palabras trascendieron fronteras y exploraron temas de amor, historia y experiencia humana con una profundidad que aún resuenan hoy.
Mientras hojeaba la antología, recordé la capacidad de Paz para tejer narrativas intrincadas con palabras sencillas, para pintar imágenes vívidas del rico tapiz de vida y tradición de México. Sus poemas capturaban la esencia de una nación, sus luchas y triunfos, su belleza y complejidad.
Uno de mis poemas favoritos de Octavio Paz se llama 'Silencio'
Así como el fondo de la música
Hermano una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
hermano del fondo del silencio
otro silencio, torre aguda, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras tanto sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvaneció el grito:
Desembocamos al silencio
en donde los silencios se enmudecen.
Mientras estaba sentado en el garaje, rodeado de cajas polvorientas y libros olvidados, no pude evitar sentir una sensación de gratitud por haberme topado con esa vieja caja de recuerdos. Puede que Octavio Paz ya no esté con nosotros, pero sus palabras siguen vivas, recordándonos el poder de la poesía para trascender fronteras, unir culturas y generar cambios.
Mientras recorría con los dedos el lomo de cada libro, encontré un libro que me llamó la atención: “Poesía mexicana: Antología de Octavio Paz”. Ver ese libro me trajo recuerdos de sus poemas y ensayos, en los que intentaba desentrañar las profundidades de la cultura y la identidad mexicanas a través de sus palabras.
Octavio Paz fue más que un poeta; fue un ícono cultural, un diplomático y una voz en defensa de la justicia. Representó a México en el escenario mundial y utilizó su plataforma para defender la democracia y los derechos humanos. Su renuncia en protesta por la masacre de Tlatelolco (masacre militar cometida contra estudiantes) en 1968 es un testimonio de su compromiso con la justicia. Sus palabras trascendieron fronteras y exploraron temas de amor, historia y experiencia humana con una profundidad que aún resuenan hoy.
Mientras hojeaba la antología, recordé la capacidad de Paz para tejer narrativas intrincadas con palabras sencillas, para pintar imágenes vívidas del rico tapiz de vida y tradición de México. Sus poemas capturaban la esencia de una nación, sus luchas y triunfos, su belleza y complejidad.
Uno de mis poemas favoritos de Octavio Paz se llama 'Silencio'
Así como el fondo de la música
Hermano una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
hermano del fondo del silencio
otro silencio, torre aguda, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras tanto sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvaneció el grito:
Desembocamos al silencio
en donde los silencios se enmudecen.
Mientras estaba sentado en el garaje, rodeado de cajas polvorientas y libros olvidados, no pude evitar sentir una sensación de gratitud por haberme topado con esa vieja caja de recuerdos. Puede que Octavio Paz ya no esté con nosotros, pero sus palabras siguen vivas, recordándonos el poder de la poesía para trascender fronteras, unir culturas y generar cambios.
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