Ajolote
Hace unos años recuerdo haberme topado con esta criatura de aspecto extraterrestre, pero bastante linda, de la que no sabía nada, ni siquiera que es originaria de México: ¡el ajolote!
También conocido como el “pez caminante mexicano”, pero la verdad es que no es un pez en absoluto. Según la leyenda azteca, el ajolote es el dios azteca del fuego y el rayo, Xolotl, que se disfrazó de salamandra para evitar ser sacrificado.
Los científicos creen que los axolotes descienden de las salamandras que podían vivir en la tierra, pero que volvieron al agua porque les ofrecía una ventaja para sobrevivir. La especie se encontró originalmente en varios lagos de lo que hoy es la Ciudad de México. Son un tipo especial de salamandra que decidió saltarse todo el proceso de crecimiento. Mantienen sus branquias y permanecen bajo el agua durante toda su vida, a diferencia de otros anfibios que cambian las branquias por pulmones y se aventuran a la tierra.
Ahora bien, lo que hace que estos pequeños animales sean aún más fascinantes es su superpoder: la regeneración. Los ajolotes son los mejores sanadores. ¿Pierdes una extremidad? No hay problema, la recuperarán. ¿Necesitas un riñón nuevo? También pueden hacerlo. ¡Incluso pueden regenerar partes de su cerebro y médula espinal! Es como tener un kit de reparación incorporado para toda la vida.
Últimamente, cada vez más personas tienen axolotes como mascotas, pero hay un problema: en la naturaleza, los axolotes están pasando por momentos difíciles. Tienen que lidiar con la pérdida de hábitat y la contaminación, y su población está disminuyendo rápidamente. Por eso, algunas personas están haciendo un esfuerzo adicional para proteger a estas increíbles criaturas de su desaparición para siempre.
Creo que cuanto más sabemos sobre estas increíbles criaturas, más conciencia habrá sobre ellas y más podremos hacer para evitar que se extingan.
También conocido como el “pez caminante mexicano”, pero la verdad es que no es un pez en absoluto. Según la leyenda azteca, el ajolote es el dios azteca del fuego y el rayo, Xolotl, que se disfrazó de salamandra para evitar ser sacrificado.
Los científicos creen que los axolotes descienden de las salamandras que podían vivir en la tierra, pero que volvieron al agua porque les ofrecía una ventaja para sobrevivir. La especie se encontró originalmente en varios lagos de lo que hoy es la Ciudad de México. Son un tipo especial de salamandra que decidió saltarse todo el proceso de crecimiento. Mantienen sus branquias y permanecen bajo el agua durante toda su vida, a diferencia de otros anfibios que cambian las branquias por pulmones y se aventuran a la tierra.
Ahora bien, lo que hace que estos pequeños animales sean aún más fascinantes es su superpoder: la regeneración. Los ajolotes son los mejores sanadores. ¿Pierdes una extremidad? No hay problema, la recuperarán. ¿Necesitas un riñón nuevo? También pueden hacerlo. ¡Incluso pueden regenerar partes de su cerebro y médula espinal! Es como tener un kit de reparación incorporado para toda la vida.
Últimamente, cada vez más personas tienen axolotes como mascotas, pero hay un problema: en la naturaleza, los axolotes están pasando por momentos difíciles. Tienen que lidiar con la pérdida de hábitat y la contaminación, y su población está disminuyendo rápidamente. Por eso, algunas personas están haciendo un esfuerzo adicional para proteger a estas increíbles criaturas de su desaparición para siempre.
Creo que cuanto más sabemos sobre estas increíbles criaturas, más conciencia habrá sobre ellas y más podremos hacer para evitar que se extingan.
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